¿Siguen apostando las nuevas generaciones por bebidas clásicas como el ron o hay otras bebidas que se llevan el éxito en este momento? Es una pregunta lógica pues los jóvenes nacidos en torno al nuevo milenio ya son mayores de edad y comienzan a vivir la noche y a disfrutar de las primeras copas.
Los millennials han querido destacar, desde siempre, por ser distintos a sus padres, algo por otra parte común en todas las generaciones. Pero en este caso quizás es cuándo más diferentes resultan realmente ya que estos jóvenes han nacido ya con Internet en sus vidas y han vivido el mundo virtual a la par que el real.
Pero, ¿son tan diferentes de sus padres como quieren creer o por el contrario tienen más cosas en común de lo que parece? Vamos a dar respuesta investigando, en este caso, qué es lo que beben.
La generación más sana
Los millennials se consideran a sí mismos la generación más sana. Son los que han inventado los smoothies y los batidos detox y, seguramente, estas sean sus bebidas favoritas para el día junto con los refrescos sin calorías. Es frecuente verlos con los famosos batidos verdes, especialmente en las fotos de sus redes sociales.
Pero si sus padre optaban por los refrescos ligth, ellos apuestan por los Zero y por edulcorantes como la stevia, considerada mucho más sana que la sacarina o que el aspartamo.
El gusto por lo diferente
Al llegar la noche, los millennials tampoco se conforman ya con los combinados que solían consumir sus padres en los bares. Ahora se trata de probar nuevos sabores y, sobre todo, de cuidar al máximo de la imagen que ofrecen sus bebidas. Y es que tan importante como consumirlas es poder fotografiarlas para subirlas a Instagram y poder presumir de lo que están tomando.
Por eso, los cócteles son las nuevas bebidas de moda y aunque la base de los mismos continúen siendo las bebidas clásicas como el ron o los licores de frutas, el aspecto de las copas es mucho más sofisticado y se trabaja más en las mezclas y en conseguir sabores originales y sorprendentes.
En general, estos jóvenes prefieren la calidad a la cantidad, por lo que optan frecuentemente por bebidas premium o, mejor todavía, por marcas que sin ser las punteras del mercado ofrecen una gran calidad. Menos copas pero más cuidadas y más sofisticadas parece ser el lema de esta generación.