Si durante el verano es el calor el que no nos deja dormir, al llegar el invierno el estrés y el pasarnos el día corriendo contra reloj nos impiden descansar correctamente. Por eso es tan importante conocer la importancia que los materiales de los que están hechos los textiles de nuestra cama tienen para nuestro descanso. Como adelanto, comentamos que las sábanas de franela de toda la vida son muy adecuadas para el invierno.
Los tejidos de las sábanas y cobertores de nuestra cama tienen importancia en nuestro descanso por varios motivos. Para empezar, un tejido que permite una correcta transpiración evitará que el sudor se quede pegado al cuerpo y haga que estemos incómodos o podamos quedarnos fríos.
Pero, además, los tejidos son muy importantes para evitar alergias, picores y otras reacciones de la piel ante ciertos materiales sintéticos.
El algodón, un gran aliado
El algodón es uno de los tejidos que causan menos porcentaje de alergias. De hecho, es lo que se recomienda a todos los que tienen problemas de piel. A no ser que seas alérgico, puedes comprar sábanas que tengan mezcla de algodón con algún poliester, pero cuanto más porcentaje de algodón tengan, mejor será para tu piel. Las sábanas 50% algodón y 50% poliester son una opción siempre y cuando sean de gran calidad.
El poliester se añade porque facilita mucho la limpieza de las sábanas, ya que no encoje y no se arruga tanto como las fibras naturales del algodón, haciendo que planchar sea menos costoso. En cuanto a la suavidad, el poliester que se fabrica hoy es tan suave como el algodón e incluso tiene un tacto muy similar.
La franela, lo mejor para el invierno
Sabiendo que el algodón es un gran aliado de la piel y que nos ayuda a estar secos y a gusto toda la noche, lo lógico es que la franela sea la mejor elección para las noches frías de invierno. Su calidez hace que nada más meterse en la cama, esta se perciba ya caliente y agradable, es decir, no es necesario esperar a que se calienten con nuestro cuerpo.
Al estar en una temperatura correcta desde el primer momento, se evita esa sensación de quedarse helados al meterse en cama que hace que algunas personas se contraigan y acaben con dolores musculares. La sensación de relax es total desde el primer momento, lo que favorece que pueda aparecer el sueño, resultando mucho más fácil descansar.