La técnica del insecto estéril es una forma de controlar la reproducción de plagas en un espacio o zona. Amisando, una empresa dedicada al control de plagas en Sevilla, nos explica detalladamente en qué consiste esta técnica y cuáles son sus principales usos.
¿En qué consiste la técnica del insecto estéril?
Básicamente se trata de utilizar irradiación (emisión de radiaciones luminosas, térmicas, magnéticas o de otro tipo) para esterilizar a los insectos macho de una especie concreta. Este tipo de técnica es útil en aquellos casos en los que la hembra de la especie únicamente se aparea con un macho.
Una vez esterilizado el insecto macho, se aparea con la hembra, pero no la llega a fecundar. Esto se debe a la esterilización llevada a cabo previamente en un laboratorio. De esta manera la colonia de insectos detiene su crecimiento desmesurado y no se expande.
Gracias a ella podemos controlar la proliferación de insectos como los mosquitos, los gusanos, las moscas, las polillas, entre otras. También sirve como método de prevención y erradicación de dichas plagas.
Además, se trata de un método amigable con el medio ambiente, ya que no se utiliza ningún tipo de producto tóxico que sea perjudicial para este. Es por ello que se trata de una muy buena alternativa a los productos químicos frecuentemente utilizados en las fumigaciones. Además, se lleva utilizando mundialmente desde hace más de 60 años, con muy buenos resultados demostrados.
Gracias a la técnica del insecto estéril, se consigue prevenir muchas enfermedades que se transmiten de los insectos al ser humano. Así como también prevenimos la transmisión de bacterias del insecto a los distintos alimentos.
La técnica del insecto estéril en España
En España es muy habitual utilizar la técnica del insecto estéril para controlar la proliferación de insectos en la industria alimentaria. En concreto aquellas que afectan al campo.
En los campos situados en la zona del Mediterráneo, es habitual encontrarse con un tipo de plaga llamada mosca de la fruta. Esta puede acabar con cientos de hectáreas de cultivos si no es controlada minuciosamente. Es por ello que se lleva utilizando este método (junto con la utilización de insecticidas) desde los años 40 aproximadamente.