Los expositores para escaparates tienen unas características diferentes a las de los expositores de interior pero son igual de importantes y cumplen una función básica en comercios pequeños, ya que se encargan de atraer a quienes pasan por la calle.
Podemos encontrarlos, principalmente, de dos tipos: los que son encargados por el establecimiento para amueblar el escaparate y los que encargan las marcas para destacar su producto en concreto.
Un escaparate atractivo y atrayente
Muchos expositores para escaparates no tienen relación con marcas sino que son encargados por el dueño del comercio para “amueblar” su espacio de escaparate. Son expositores que no tienen por qué tener una marca, ni siquiera el nombre del establecimiento, aunque puede tener sus colores o su logotipo.
De esta forma, se crean distintas zonas en el área de escaparate que luego se podrán llenar con los productos y que facilitarán mucho la forma en la que se presenta el mismo. Normalmente, se trata de expositores mueble que tienen cierta movilidad y que pueden acomodarse según las necesidades.
Ejemplos de este tipo de expositores son los expositores para joyas que se pueden ver en las joyerías y que están especialmente pensados para el tipo de artículos que se quieren mostrar en este tipo de tiendas.
Destaca tu producto sobre los demás
Si tienes un producto que quieres destacar sobre los demás y que llame la atención de cualquier posible cliente que pase por la calle, puedes hacerlo con un buen expositor para escaparate. Si el expositor es bonito y atractivo el dueño de la tienda no dudará en colocarlo porque hará que su escaparate gane en calidad y atraiga más miradas. Tanto la marca como la tienda salen beneficiadas y eso es importante ya que la colaboración del dueño del establecimiento es básica para que un producto tenga un lugar principal y se promocione por encima de otros.
Los expositores para escaparate pueden ser distintos de los que se usan para el interior de la tienda, ya que se puede jugar con otras formas y con otros tamaños. Un buen ejemplo son los expositores que se cuelgan y que aparecen suspendidos en el aire con forma de globo o similar. Sin duda, una buena manera de llamar la atención de todos los que pasan por la calle que se acercarán a ver qué es lo que ofrece.